La tarifa plana es una modalidad de contrato en la que el cliente paga una suma fija (generalmente mensual) por un servicio, sin importar el nivel de consumo (cantidad de horas, sesiones, unidades, etc.) de dicho servicio. La tarifa plana es utilizada, por ejemplo, por muchas compañías telefónicas, que cobran un abono fijo a sus clientes sin tener en cuenta la cantidad de llamadas que realicen ni la duración de las mismas.